NO ME LEAS



NO ME LEAS

Así funciona la primera ley fundamental de seducción. Yo te digo que no me leas, y aquí estás. Pero es que si voy a más y te digo que no te interesa nada de lo que te voy a contar, que esto no es para ti y que lo dejes ahora mismo seguirás atado a estas líneas hasta que las acabes. Porque si me haces caso y no lo lees, las dudas te asaltarán (¿y si al final decía algo interesante? ¿y si en realidad era para mi? ¿y si no lo era, qué les dice a los demás?
¿y por qué ha considerado que no era para mi?) y serán mucho más difíciles de soportar que el tiempo que tardarás en leerme.


Risto Mejide


23 de diciembre de 2012

esa rabia

De asumir la derrota cuando aún sigues en juego. De reconocerla, cara a cara, frente al espejo. De esperar que algo pase sin que nada suceda. De seguir la inercia de las irregularidades, de cada una de ellas, enlazadas como balas en el cinturón de una metralleta. De esperar el impacto. Y el siguiente. Y el siguiente. De dejarte llevar... hasta ningún sitio. De la ineficacia en la búsqueda de algo mejor por la desfachatez de la existencia.

1 comentario:

N Ó M A D A dijo...

Y por qué no actuar entonces? Quizás se acorte la espera...