de la raza,
al desvanecimiento
de la ética.
Y yo. Frente a ella, la velo.
Inofensivo.
Como un tanque de porcelana.
Perdido por tus calles obtusas,
en este vaivén ortopédico y desmedido,
intento dar trazos firmes hacia algún lugar.
Hacia ningún lugar.
Y mientras,
mudamos la piel como reptiles
y nos aclimatamos a nuestra fauna
de demagogia y necedad.
La vida, como símbolo,
era más apreciada en el útero.
8 comentarios:
Grande!
Adapatarnos o morir.
Deberíamos de aclimatarnos a la crítica.
Soy ladydisarm de patatabrava, me he acabado enganchando un poco de tu perfil y he acabado aquí por la jodida psicología inversa.
Me gusta lo poquito que he leído, ya volveré y diré algo con sentido.
un beso
Certero y contundente para sondear nuestra realidad humanamente contradictoria, pues en estos tiempos ni la vida en el vientre se respeta.
Saludos.
He vuelto.
¿Y si ya nada valiese realmente la pena?, gritar, pasa a ser alguna desesperación secundaria, bloqueadas tus palabras, se desvanecen. Y los susurros de tiempo son navajazos por la espalda…
Violetcarsons.
:)
Sí, las así son las cosas, y cualquier parecido con la realidad es puramente uterino.
Sinceramente, una de las cosas más interesantes que he leído últimamente. Qué pena que sea tan tarde y no me haya enterado de nada. Quizás por la mañana...
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