He visto mi incipiente barriga a los 40. Mi calva naciente. Mi hipoteca. Lo guapos que serían mis hijos rubios. Las viciadas a las consolas de mis hijos guapos rubios. La televisión de pantalla plana que presidirá el salón. El desliz amoroso en aquel puticlub. Mi divorcio. A mi estúpido gordo jefe calvo con gafas. Otra boda. Mi nuevo divorcio Express. El cáncer a los 50. Mi funeral a los 52. Y el descorche de un buen cava catalán minutos después. Tenía razón señor esponjoso, no somos nadie.
2 comentarios:
aiiiii luvvvvvvcasluvcas..xd sabes que no se escribir, y que a no ser que me entren ataques d mutivació, esto cogerá telarañas..perxuluuuxP
Predecible hasta el aburrimiento.
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