NO ME LEAS



NO ME LEAS

Así funciona la primera ley fundamental de seducción. Yo te digo que no me leas, y aquí estás. Pero es que si voy a más y te digo que no te interesa nada de lo que te voy a contar, que esto no es para ti y que lo dejes ahora mismo seguirás atado a estas líneas hasta que las acabes. Porque si me haces caso y no lo lees, las dudas te asaltarán (¿y si al final decía algo interesante? ¿y si en realidad era para mi? ¿y si no lo era, qué les dice a los demás?
¿y por qué ha considerado que no era para mi?) y serán mucho más difíciles de soportar que el tiempo que tardarás en leerme.


Risto Mejide


18 de febrero de 2013

fósforo


Una caja de cerillas. Publicidad de un restaurante irrelevante. Probablemente fuera con ella. Lo agito para hacerlo sonar. Una cerilla por cada foto juntos. El viaje a Canarias. Los carnavales de Río. El fin de semana en la montaña. Suena la música del fósforo contra el dorso áspero de la caja. Una llama. Arde la primera foto. Y la segunda. Las demás se miran horrorizadas. No es el final que esperaban. Ni yo tampoco, esto es más duro para mí que para ellas. Repito el proceso. Ya no me quieres digo para mis adentros. Las palabras dolorosas son filetes crudos en el plato de un vegetariano. Guardarse una cerilla. Abrir el gas.



1 comentario:

N Ó M A D A dijo...

A veces no es malo conservar el recuerdo.
Aunque la vida discurra por otro camino...