NO ME LEAS



NO ME LEAS

Así funciona la primera ley fundamental de seducción. Yo te digo que no me leas, y aquí estás. Pero es que si voy a más y te digo que no te interesa nada de lo que te voy a contar, que esto no es para ti y que lo dejes ahora mismo seguirás atado a estas líneas hasta que las acabes. Porque si me haces caso y no lo lees, las dudas te asaltarán (¿y si al final decía algo interesante? ¿y si en realidad era para mi? ¿y si no lo era, qué les dice a los demás?
¿y por qué ha considerado que no era para mi?) y serán mucho más difíciles de soportar que el tiempo que tardarás en leerme.


Risto Mejide


21 de diciembre de 2008

tamborada

Creo que se me ha acabado la rabia. Tengo la misma sensación que cuando un asesino se queda sin su última bala. La más certera. Aquella capaz de borrar la sonrisa de un niño y provocar el llanto de una mujer. Vuelvo a querer ofrecer. A volver a querer. A querer volver a tener. Vuelvo a convertirme en blandiblú. Frágil como un castillo de naipes. A caerme de un soplido si precisa y a vivir entre algodones de azúcar. La fuerza murió por la boca y salió el corazón de un bandazo después de una tamborada. Hoy no hay niebla, simplemente las nubes cayeron al suelo para dejarme acariciarlas. Fue mi deseo al soplar las últimas velas.

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