NO ME LEAS



NO ME LEAS

Así funciona la primera ley fundamental de seducción. Yo te digo que no me leas, y aquí estás. Pero es que si voy a más y te digo que no te interesa nada de lo que te voy a contar, que esto no es para ti y que lo dejes ahora mismo seguirás atado a estas líneas hasta que las acabes. Porque si me haces caso y no lo lees, las dudas te asaltarán (¿y si al final decía algo interesante? ¿y si en realidad era para mi? ¿y si no lo era, qué les dice a los demás?
¿y por qué ha considerado que no era para mi?) y serán mucho más difíciles de soportar que el tiempo que tardarás en leerme.


Risto Mejide


19 de diciembre de 2008

experiencia robótica

Podría escribir algo bonito. Sí, también sé. No lo dudes. Caer en la duda es como adentrarte en terreno enemigo. El momento invita a ello, pero rompería quizás con la estética-temática que impulsivamente me llevó a iniciar este blog. ¿Piensas que por leerme ya me conoces? Te dije que no lo hicieras. Te avisé. Pero sólo basta con prohibir para que caigas en la tentación. Puedo resultar imprevisible. Incluso puedo no sentirme identificado con ninguno de estos textos. Piensa en que no debes pensar y así estarás en lo cierto. Será cuando de verdad te adentres en mi, y en lo que hay detrás. Eres como un bebé. Asúmelo. Cambias de juguete y ya no recuerdas lo mucho que te gustaba el anterior. No fuimos diseñados para sentir. Más bien fuimos diseñados para olvidar.

1 comentario:

Alleda Vodienova dijo...

La vida tiene demasiados colores como para quedarnos con el rosa O negro.
Le memoria de un ser humano es un autentico colador, el tiempo les cura las heridas, ahí viene un dolor antiguo en el peor de los casos.